¿Qué es esta web?
Esta web no tiene la intención de dar soluciones, de expresar mensajes categóricos o de destacar productos.
Esta web es, en realidad, un laboratorio de pruebas, un cuaderno en blanco llevado al entorno digital.
Así como cuando un artista o un escritor garabatea en una libreta sin un objetivo fijo —sólo para dejar fluir ideas, descartar, mezclar, borrar, volver atrás o dejar que aparezcan asociaciones inesperadas—, así también esta web es un lugar de experimentos en vivo.
Aquí están recogidos esos gestos de prueba:
➥ Un vídeo puesto en bucle, simplemente porque así se veía gracioso o extraño.
➥ Un “botón inútil” que no hace nada pero que pone en evidencia que a veces lo más importante en el proceso es justo eso: que nada ocurra.
➥ Un texto flotando sin más, sin contexto, pero que proporciona una expresión de libertad.
➥ Juegos, memes, mensajes sin sentido… todo forma parte de un taller de creación, de un laboratorio de ideas en el que lo importante no es el resultado final, sino el procedimiento en sí.
Este lugar es un manifiesto de la prueba, del error, de dejar lugar al descubrimiento sin dejarse llevar por la exigencia de tener que producir algo “terminado” o “perfecto”.
Así como el artista descubre nuevas formas jugando con materiales, el desarrollador descubre nuevas vías jugando con el código.
Esta web es, en definitiva, un tributo al proceso en lugar del resultado.
Una expresión de la importancia de dejar espacios abiertos en los que dejar fluir la inspiración, sin censurarnos, sin buscar siempre una “funcionalidad” o “un sentido” a cada elemento.
Porque así, en ese dejar hacer, también están vivas la sorpresa, el descubrimiento y la creación más genuina.
Botón inútil
Este es el botón inútil, un elemento de última generación destinado, de forma extremadamente específica pero absolutamente innecesaria, a ejecutar absolutamente nada cuando se presiona.
Más en detalle:
➥ Al mover el cursor de tu dispositivo de entrada (rata, trackpad o pantalla táctil) hacia dicho objeto de forma más o menos directa, el botón permanecerá inmutable, sin reaccionar más que a la inevitable fuerza de la gravitación universal.
➥ Al llevar a cabo la acción de “hacer clic”, presionando el botón primario de tu periférico, el elemento permanecerá en el mismo estado, sin producir ningún evento, sin redirigirte a otra parte de la web, sin dar lugar a mensajes emergentes, sin ejecutar funciones en el backend, sin modificar el DOM… en definitiva: sin llevar a cabo consecuencia visible o mensurable.
➥ Por tanto, el botón inútil proporciona una experiencia de interacción perfectamente estéril, certificada al 100%.
Este objeto es, pues, el triunfo de lo superfluo, de lo sin propósito, de lo que existe pero podría no haber existido.
Se considera así una pieza de arte conceptual, a medio camino entre el dadaísmo digital y el minimalismo más radical.
¿Cansado ya del Botón inútil? Botón útil
Este es el botón útil, la versión 2.0, corregida y aumentada de aquel célebre pero inútil compañero.
A diferencia de su antecesor —ese que simplemente te obligaba a descargar sin ton ni son la propia web—, el botón útil tiene un propósito claro, preciso y de suma importancia: llevarte directamente a… otro lugar de la web.
Así es, cuando presiones el botón útil, en lugar de dejarte con las manos en la cabeza o con la carpeta de descargas más pesada de lo que estaba, darás un paso de gigante en tu navegación, viajando sin rodeos hacia… bueno… hacia el botón inútil.
Pero eso, ojo, tiene toda la lógica del mundo:
➥ Primero encuentras algo útil…
➥ …y así, sin esperarte nada, estás justo donde comenzó el mito.
Así que podemos decir, sin lugar a dudas, que el botón útil tiene una funcionalidad indispensable, una misión, un destino.
Eso sí, que el destino sea ir al botón inútil… bueno, eso ya es parte de la broma.
¿Sabías que…?
Días tiene un año
¿Por qué hay aquí un juego de frutas?
Muy buena pregunta.
Pues… porque me gustan las frutas, así de simple.
Pero ojo 👀: antes de comértelas (o de jugarlos, en este caso) hay que lavarlos, que están más manoseadas que el mando de la tele en una casa con 15 primos.
Si no las lavas… pues puedes pillarte algo así como un dolor de tripa multicolor, una indigestión de sandía pixelada o una diarrea en 16 bits.
Vamos, que te vas al baño más rápido que el nuevo coche de Fórmula 1 de la frutería de la esquina.
Así que recuerda:
➥ Lava tus frutas antes de consumir… o de jugar con ellas.
➥ Disfruta de lo jugoso… pero sin llevarte de regalo a casa toda la flora microbial de la pantalla.

